»Hay una nueva en el centro. DelToro se llama», nos alertaron vía Facebook. Nuestra batiseñal. El próximo local en la lista era Tierra de Nadie, pero la batiseñal es la batiseñal, así que cambiamos de planes y enfilamos para el Microcentro, tierra de hamburgueserías de peso, como Pérez H, BurgerMood y 180 Burger Bar.
DelToro nació el mismo día que Lu, sólo que con 22 años de diferencia. Un dato de color que sólo sirve para ganar renglón y medio en la reseña. Fuimos a almorzar a la semana de su inauguración, todavía se respiraba olorcito a nuevo.
Apenas abrí la puerta, un mal augurio: medialunas en el mostrador. Automáticamente me trasladé a la heladería que quedaba en la esquina de mi ex casa. Culpa de la teoría de la supervivencia del más apto, esa heladería mutó e incorporó servicio de cafetería. Moneda corriente hoy en día, una especie de subtrenmetrocleta versión helacafetería: helados, medialunas de goma, tortas de mediana calidad y café de máquina, todo en un sólo lugar.
»El que mucho abarca poco aprieta», pensaba mientras veía una carta que ofrecía desde desayunos y meriendas, hasta hamburguesas y ensaladas. Un cambalache que estaba a la vista: hamburguesas, cafés, gaseosas, medialunas, papas fritas. El horario del mediodía puede ser un tanto polémico con respecto al almuerzo. Por suerte ninguno estaba mojando la hamburguesa en el café. Aclaro porque el otro día me enteré que los italianos mojan la pizza en el café. Otro dato para robar renglón y medio.
Me pedí la hamburguesa local, la DelToro: hamburguesa de cordero, berenjenas asadas, mayonesa de curry, cebolla caramelizada, tomate (no sé porqué, pero también vino con lechuga). Lu se pidió la misma, las otras variedades no son muy tentadoras. De acompañamiento pedimos no sólo papas fritas, sino también soufflé, oferta única en el mercado.
El slogan de la DelToro es »Pedite una DelToro y sentite un héroe». Lejos estuvimos de sentirnos eso. Un estandarte de una buena hamburguesa es el pan, y acá parece más bien una rodaja de pan lactal tostado. Al no amoldarse con el resto de sus compañeros, se complica el mordisco. La hamburguesa en cuanto a sabor y tamaño está bien, cumple, no con creces pero cumple. El tema es que los ingredientes están cada uno en su mundo, no interactúan entre sí y se dificulta el análisis ingredientes/sabor. La dupla cebolla caramelizada-berenjenas asadas es la excepción, marca el camino, por ahí hay que ir. Esa asociación demuestra que hay material para darle otra oportunidad a un local que recién está dando sus primeros pasos. Está aclaración siempre es importante, la vara no puede ser la misma para un novato que para un experimentado.
Dudábamos de nuestra conformidad hasta que llegó la cuenta. El papelito aplastó la duda: carísima la relación precio/calidad. Si el almuerzo supera el billete de cien pesos, tiene que ser un lugar digno de podio, lugar que no alcanza ni con escalera.
DelToro tiene que remar contramarea por las hamburgueserías de la zona. »El que mucho abarca poco aprieta» tiene sus consecuencias. La heladería de mi ex casa ya no es más heladería, se terminó inclinando por la cafetería. No creo que sea necesario encasillarse en un rubro, pero sí trabajar en los aspectos importantes de cada uno, como el pan en las hamburguesas. El tiempo dirá, hay que caerse para aprender a caminar.
Ubicación:
- Bernardo de Irigoyen 366 (Microcentro).
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